(1540) Las ymagines de las historias del Viejo Testamento.

Lovaina

 


Ymagines Servetus Stelsius 1540

 

Historiarum Veteris instrumenti Icones ad viuu[m] expressae, vnà cum brevi, sed quoad fieri potuit, dilucida earundem espositione. Ymagines de las historias del viejo testamento al vivo exprimidas & representadas, juntamente con una breve declaración dellas quanto pudo ser. Antvepiae apud Ioan. Steelsium, M.D. XL. (1540, Amberes, Juan Stelsio)

 


   La investigación y el interés por esta obra de 1540, quizá se entienda mejor partiendo primero de la obra asociada Los retratos o tablas de las historias del Testamento Viejo, impresa en 1543 por los hermanos Frellon,  en la que un autor está versificando al español, que coincide con las declaraciones que realizó Jean Frellon sobre Miguel Servet en su taller, y posiblemente con los “Sommes” o resúmenes del Antiguo Testamento, a los que parece que se refería Frellon cuando explicó la labor de corrector y  traductor de Servet en su taller, la cual es estudiada en dicha sección.

    Desde esta obra, se  pasó a estudiar la obra primigenia editada en Amberes,  que alguien había traducido al castellano, para el citado Stelsio, cuya  imprenta colaboraba con los Trechsel para ciertos trabajos, y ya conocemos a un importante corrector, oriundo de España, al que Trechsel tenía en tanta estima que le dejaba encargarse de  las obras maestras de su taller, como la Biblia cum glossis, o la primera edición en Francia de la Geografía de Ptolomeo. Es decir, no sólo le dejaba ser  corrector en griego y hasta en hebreo, sino editor en Latín de muy importantes obras de su taller de imprenta, y por tanto resulta evidente que confiaría en él para obras de corrección y traducción,  infinitamente más sencillas, en un idioma que todavía dominaba aún mejor Servet: el español. Dicho todo esto, pasemos a hablar de la obra impresa en Amberes por Stelsio en 1540,  Las ymagines de las historias del Viejo Testamento. Juan Stelsio o Joahnnes Steelsman, provenía de la región de Limburgo, ejercía por aquellos años en la ciudad de Amberes “bajo el escudo de Borgoña”.

    En el origen de la obra que nos ocupa, la bilingüe impresa por Stelsio en 1540,  esta una edición latina, con resúmenes en latín de ciertos pasajes del Antiguo Testamento,  y un grabado de Hans Holbein en correspondencia con ellos. Esta obra se imprimió en Lyon en 1538, por los hermanos Trechsel, y claramente trataba de acercar a las personas sin preparación las Sagradas escrituras, aunque en esta edición todavía no contase dicha obra con una traducción a la lengua vulgar. Para ello se consiguió la colaboración del gran artista Hans Holbein, con la idea de generar una obra de gran vistosidad con 92 grabados diseñados por su mano. En esta obra,  aparecía un prólogo latino atribuído al impresor Francisco Frellon, “Franciscus Frellonius Christiano lectori S.

    Posteriormente en 1540 el citado Stelsio  consiguió que los Trechsel le cediesen los grabados para realizar una edición suya propia, también latina, con el mismo prólogo latino (de Francisco Frellon) pero esta vez atribuido  a un genérico “Typografus cristiano lectori S.”. Y finalmente,  en ese mismo año de 1540 se imprimió la obra que nos ocupa, con dos grabados menos, y  añadiendo una traducción al español debajo de cada grabado. En esta obra aparecía un prólogo  que era traducción literal al castellano del anterior latino, que dice así: 

   “El impresor al cristiano lector dice S.

En esta presente obra, cristiano lector, pusimos lo más inteligentemente que pudimos, las figuras del Viejo Testamento, juntamente con una breve declaración en español y latín […]”

    ¿Quién realizó la traducción de este texto primigenio de Francisco Frellon, que  aparece en español en la obra de Stelsio, (autor que por supuesto realizó la traducción de toda la obra)? Parece que no fueron ni Stelsio ni Francisco Frellon. Primeramente hay que darse cuenta de que aunque Stelsio se atribuye la autoría del prólogo latino de 1540, en realidad sabemos que es de Francisco Frellon.  Y por tanto, con semejante precedente, el hecho de que Stelio se atribuya el prólogo ya traducido al español en la obra bilingüe, en realidad ya no nos vale para probar autorías, pues no responden a la realidad. Asimismo, no parece en absoluto que sea Francisco Frellon el que tradujera al castellano esta clase de obras, ya que ni siquiera tradujo el prólogo latino al Francés, en las versiones francesas. En la versión versificada de esta misma obra,  que aparece en 1543 en la imprenta de los hermanos Francisco y Juan Frellon, Los retratos o tablas de las historias del Testamento Viejo, (donde hay muchos más indicios de la autoría de Servet, de los que hablamos en la sección pertinente, y que también hemos mencionado al comienzo de esta) el prólogo  se vertió al español, pero ampliándose sustancialmente, y coincide con alguien, que no es Francisco Frellon, que produce obras gramaticales en la imprenta de los hermanos Frellon, versiones españolas de obras erasmistas. Se ve que no es Francisco Frellon porque estas obras anónimas gramaticales al español (donde no se menciona para nada a Francisco Frellon), aparecen tanto  antes, como después de que fallezca este en 1547.                                         

    Estos,  y otros datos de importancia, tanto ajenos a estas obras (como la conexión de ciertos talleres de Flandes -incluido el de Stelsio- y el taller de Frellon, para la impresión de obras gramaticales anónimas  en las que colaborará Servet), unido a las regularidades observadas entre dicha obra de 1543 y la que tratamos aquí de 1540, como son el uso de léxico similar, sus arcaísmos y galicismos, lleva a pensar que sí, que  Servet pudo ser el autor de la traducción al español de la obra que imprimió Stelsio, por iniciativa de su gran amigo Trechsel, quien estaba asociado con dicho impresor de Amberes, y que con más razón entonces Servet habría  realizado una versión bastante más elaborada, con un prólogo español más amplio, para la obra versificada, impresa por los Frellon (en la que hay muchos más indicios de su autoría), pero que dejó que apareciese el tipógrafo (como también lo hizo con otras muchas obras), o en el caso de la obra de 1543, como ya explicaremos en  dicha sección, a Francisco Frellon. 

    Sobre las razones para hacer esto pesó evidentemente como en todas sus obras posteriores el proceso que se sucedió en París en 1538, en el que la Universidad a punto estuvo de conseguir acabar con su vida, y que hemos visto en la sección  Profesor y estudiante de medicina en París (1536?-1538), y seguramente también el llamado “Castigo de Gante”, en el que el Emperador había prohibido los libros de autores alemanes (como Holbein), las reuniones para leer la Biblia, el trato con cualquiera que fomentase la discusión de la Sagrada escritura,  y las composiciones musicales a lengua vulgar (español), bajo pena de muerte en la hoguera o de entierro en vida, y como ejemplo de alguien que imprimió en la misma amberes con graves consecuencias, se tiene a Francisco de Encinas. Stelsio, al atribuirse la autoría, habría logrado proteger al resto de colaboradores de la misma de futuros peligros.    

   Entrando ya más en profundidad en la obra,  parece que el maestre Miguel de Villanueva tenía especial interés en que apareciese en su propio idioma los prólogos y las portadas -para facilitar aún más su difusión- rasgo que no aparece en las versiones francesas de la misma obra (impresas en esas mismas  imprentas y en otras), que mantienen portada y prólogo en latín. Como se ha dicho antes, el léxico será bastante similar a la obra de 1543, aunque algo menos perfecto, y el texto en latín también es muy similar pero tampoco es idéntico. Abundan elementos que aparecen en la Obra Española de Miguel Serveto,  tales como el galiciso ausi, o términos como congregatio o proposition, el uso de la pasiva “son castigados”, “Adan es puesto”. También arcaísmos como engrute, arambre, aneguase,  amonestar, aparejar, escalentar, empetrar, preparar, calentar, pedir,  amonestar y aparejar, siendo estos dos últimos especialmente frecuentes en las obras de Servet, como sus Dísticos morales de Catón, (cuya tercera edición fue publicada por los herederos del taller de Stelsio) que imprimirán los Frellon 3 años más tarde, o su Libro infantil de notas sobre la elegancia y variedad de la lengua latina,  impreso por un taller de Flandes asociado al de Jean Frellon.

 

Bibliografía consultable


  • (2017) Tesis doctoral en Historia Moderna en la EIDUNED ( Escuela Internacional del Doctorado de la UNED) en Madrid, el día 12 de enero de 2017. “Miguel Servet y los impresores lioneses del siglo XVI”. Calificación, Sobresaliente cum laude. Directores D. Carlos Martínez Shaw , catedrático de Historia Moderna UNED Madrid y D. Luis Jesús Rodríguez Fernández, Doctor en Medicina, Director de la UNED de Tudela, pp. 136, 221, 230, 327-328, 337. http://e-spacio.uned.es/fez/view/tesisuned:ED-Pg-HHAT-Fjbgonzalez