Miguel Serveto actuó como procurador para ayudar a su prima Agustina Serveto alias Revés a obtener un buen contrato matrimonial durante el curso siguiente de 1524/1525, y en el curso lectivo de 1525/1526 se convirtió en uno de los cuatro Maestros en Artes del Estudio General de Artes de Zaragoza, rango docente máximo, con otros docentes a su cargo, que en muchos aspectos se asemejaba a un cargo de catedrático, que supervisaba la enseñanza en Artes para dar a los alumnos títulos de validez universal al modo de París, y al modo de las Facultades de Artes en otros Estudios Generales. En 1526 ayudó de manera muy significativa a una viuda llamada María Fernández, habitante de Zaragoza, a ocultar todas sus propiedades, seguramente porque estaba inmersa en algún pleito por deudas. Desconocemos quién era esta persona, y por qué era tan importante para Miguel Serveto alias Revés, el cual le devolvió todas las propiedades al año siguiente, cuando al parecer el litigio había acabado. En enero de ese año de 1527 seguía siendo uno de los cuatro Maestros en Artes del Estudio Mayor de Zaragoza, y seguía otorgando títulos de validez universal. Al mes siguiente, por motivos que desconocemos, se desplazó a la ciudad de Salamanca, quizá porque estaba actuando como agente o colaborador para alguna red o compañía de mercaderes que planeaba envíos desde Medina del Campo a esa ciudad al mes siguiente, mercaderes que luego le defenderían cuando él estaba inmerso en problemas. También puede que estuviese estudiando, aunque es poco probable. Después quizá de cumplir un recado para cobrar los beneficios que poseía mosén Domingo Manobel -su conocido maestro del Estudio municipal de Sariñena- el maestre Miguel Serveto alias Revés regresó a Zaragoza, justo en el momento en que el Maestro Mayor del Estudio General de Artes de Zaragoza comenzaba la impresión de una obra de Filosofía natural. Pasados diez días escasos, el maestre Gaspar Lax y el maestre Miguel Serveto alias Revés se acogieron al derecho foral aragonés para firmar una carta de paz, por una reyerta muy seria que había acontecido aparentemente pocos días atrás, y en ella el maestre Gaspar Lax promete no lastimar la persona ni los bienes del maestre Miguel Serveto alias Revés, fórmulas utilizadas para conflictos serios, normalmente con armas blancas de por medio. Los defensores de Gaspar Lax eran dos estudiantes, Francisco de Valladolid, y Pascual Indio, uno de los cuales figuraba alabando a Lax en la obra de Filosofía natural que se acababa de comenzar a imprimir. Los del maestre Miguel Serveto alias Revés fueron un labrador del cual desconocemos todo, y el mercader Juan de la Mata, que había sido socio del cuñado de Antón Serveto -Juan Martel- y gran amigo suyo, testigo en su testamento, y partícipe en la compra y revendición de todos sus bienes, aparentemente para protegerle también de otro pleito con un alzamiento de bienes. Este mercader, arrendador de encomiendas de San Juan de Jerusalén como las de Añón y Chalamera, había vivido en Zaragoza hasta 1524, volviendo posteriormente a su Tarazona natal, y después residiendo en Cascante hacia 1526, villa del reino de Navarra, desde donde actuaba como procurador de los mismos socios que tenía el cuñado de Antón Serveto.
El conflicto con el maestre Gaspar Lax, que probablemente se debería a que Miguel Serveto había comenzado a compartir sus ideas teológicas -que tendría por influencias desconocidas- seguramente lastró las relaciones familiares con los parientes de Antón Serveto en Zaragoza, y con el propio Antón Serveto y su familia de Villanueva de Sigena, que se posicionaron a favor de su famosísimo pariente, su primo el maestre Gaspar Lax, que por otra parte podría haber conseguido bloquear la carrera académica de Miguel Serveto en España, por su gran influencia en el mundo académico y en todos los Estudios Generales de España, cuyos claustros contaban con amigos o antiguos alumnos del célebre profesor de París. Juan de la Mata poseía contactos importantes en Toulouse a través de su mujer, prima carnal de Pedro López, importante mercader de pastel, por lo que parece probable que fuese él el que brindó a su amigo Miguel Serveto alias Revés la posibilidad de ir a proseguir sus estudios, o su profesión de docente u otras actividades a dicha ciudad en la que luego residió.
Ya perdiéndose de vista Miguel Serveto alias Revés, fue quizá a Lyón y viajó a Bolonia a la vez que era rector de la Universidad su conocido compañero mosén Pedro Carnicer. Sin saber por qué, acabó trabajando como corrector de pruebas con el cuñado de Gaspar Treschel, en Basilea, Conrad Roëch, y desde allí escribió una obra herética, su De Trinitatis erroribus, en el que puso ese nombre “Miguel Serveto alias Revés” y añadió que era de Aragón y Español. Y envió también el libro al antiguo Canciller del Estudio General de Artes de Zaragoza -el arzobispo de Zaragoza- persona que podría haber actuado bajo la influencia de Lax para expulsarle del Estudio en el conflicto de 1527, teniendo por tanto su actuación una carga de reproche quizá hacia todos los que no habían hecho lo que debían, incluida la familia de Villanueva de Sigena.
Bibliografía
(2017) M. González Ancín & Otis Towns, Miguel Servet en España (1506-1527). Edición ampliada, Imprenta Castilla, Tudela, (Edición digital idéntica al ejemplar físico alojada en el repositorio académico SSRN: https://ssrn.com/abstract=3093969 ) pp. 36-37, 177-180, 213-234.
(2017) M. González Ancín, “La Medicina renacentista en la Ribera de Navarra“, La Medicina en el Renacimiento (Cuadernos del Marqués de San Adrían, nº10), p. 142.
(2018) M. González Ancín & Otis Towns, “Miguel Servet: su educación y los médicos con los que convivió a través de nuevos documentos,” Revista de la Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya, vol. 33, nº1 (March 2018), pp. 31-32.
(2018) M. González Ancín, “Inedito Miguel Servet: nuevos documentos sobre su juventud,” La Aventura de la Historia, nº233 (March), pp. 21-22.